Los tradicionales recursos del Barcelona se completaron en Pamplona con las aportaciones de la pujante juventud. El 0-1 de Jordi Alba, en su jugada de toda la vida con Leo Messi, dio oxígeno al equipo azulgrana hasta que en el tramo final, un zurdazo de Ilaix Moriba desde la media luna del área redondeó el triunfo, tan sólido como ilusionante. El liderato queda ahora a sólo dos puntos.
Fue la octava asistencia de Messi para los últimos 16 goles de Alba, cada día más cómodo en su rol de carrilero, con tres centrales por detrás. La seguridad defensiva del Barça se traduce en cuatro porterías a cero consecutivas para Marc-André Ter Stegen, que ha parado 17 de los últimos 23 remates recibidos en Liga.
En el otro lado del campo sobresale Pedri, siempre en conexión con Messi desde el perfil izquierdo. El canterano, de 18 años, participó en 100 jugadas, una cifra redonda, la más alta en La Liga para un futbolista tan joven desde la temporada 2005-06. Aunque para precocidad, la de Ilaix, convertido ya en el quinto goleador más joven de la historia del Barça, por detrás de Ansu Fati, Bojan Krkic, Messi y Pedri.