Joan Laporta ha estado viviendo una jornada electoral cargada de euforia. El que fuera presidente del Barça entre los años 2003 y 2010 es el gran favorito para convertirse en el ganador de las elecciones a la presidencia del club celebradas a lo largo de este domingo.
Ante todo, Laporta ha sabido explotar perfectamente su carisma. Algo que, de hecho, ya le valió para alzarse con el triunfo en los comicios de 2003 frente a, sobre todo, un Lluís Bassat que había sido derrotado en 2000 por Joan Gaspart y que se perfilaba a todas luces como el gran favorito para hacerse con la presidencia.
La actitud a veces un tanto descarada de Laporta ya le llevó a vivir situaciones rocambolescas durante su etapa al frente de la entidad. Como, por ejemplo, cuando se quedó en calzoncillos ante los insistentes pitidos de la máquina cuando debía pasar el control de viajeros en el aeropuerto de El Prat. O, también, cuando literalmente se duchó (según dijo después, le ducharon) con champán en la sala Luz de Gas tras el triunfo por 1-0, con gol de Ibrahimovic, ante el Real Madrid en el primer clásico de la temporada 2009-10.