El dibujo táctico que le dio a Zinedine Zidane el primer título en su regreso al Real Madrid le acercó anoche al segundo, uno mucho más importante. De Yeda a Granada, de la Supercopa de enero a esta Liga estival que podría decidir su equipo el próximo jueves, con un triunfo en casa ante el Villarreal. Está a dos puntos del título, lo que se dice un suspiro. Su partido de anoche fue con seriedad de final, en un estadio donde casi todos han sufrido esta temporada. El Granada, en la primera parte, se derritió ante la buena presentación blanca, dominador el Madrid gracias a sus cinco centrocampistas.
El sistema con el que sorprendió (y triunfó) en la Supercopa volvió a salirle bien al entrenador francés, iluminado en este sprint final del campeonato. Cada sacudida al once le da resultados, con nueve triunfos consecutivos y otras tantas formaciones titulares. Nunca repitió tras el confinamiento.
Ante el previsible vigor del conjunto nazarí, ZZ lanzó a todos sus peloteros. ¿Qué pasó? Control, ritmo madridista y asfixia local. El plan le cuajó del todo al marsellés cuando en las primeras aproximaciones del Madrid, dos de sus tres compatriotas en el equipo acertaron con la red de Rui Silva, en sendos zapatazos. Inesperado, como su once, fue el 0-1 de Mendy.