Joan Laporta sigue llevando a cabo una remodelación en profundidad de la estructura del Barça. En este caso, con un especial hincapié en el fútbol base azulgrana y en la figura del que ha estado ejerciendo en los últimos años como portavoz de la entidad: Guillermo Amor. El ex jugador, Director de Relaciones Institucionales y Deportivas desde octubre de 2017, ha visto rescindido su contrato con el club hoy mismo. Curiosamente, su regreso a la disciplina azulgrana, en primera instancia, se produjo de la mano del propio Laporta, como director de La Masia. En la cantera, mientras, destaca el despido de un Francisco Javier García Pimienta a quien le quedaba aún un año de contrato como técnico del B y cuyo nombre sonó con mucha fuerza como posible responsable del primer equipo el año pasado.
El hecho de que el filial barcelonista se haya quedado a las puertas del ascenso de categoría en dos temporadas sería el principal argumento que se esgrime desde el club para justificar el final de su etapa en la entidad. Y eso que, en enero del año pasado, cuando la directiva de Bartomeu decidió prescindir de Ernesto Valverde, en primer lugar, y sobre el mes de agosto, después, cuando se fulminó a Quique Setién, García Pimienta se perfiló como la mejor opción para hacerse cargo del primer equipo azulgrana. Una apuesta que, según se aseguraba sin tapujos en el entorno del Barça, habría contado incluso con el visto bueno de las principales figuras del vestuario. Casi un año después, en cambio, se ha decidido darle la patada.