La escalada es una de las disciplinas deportivas de más riesgo para sus usuarios, como ha recordado el reciente fallecimiento de la promesa de este deporte, Luce Douady, de apenas 16 años. La francesa cayó mientras entrenaba en un acantilado en uno de los deportes más letales y con más riesgos de accidentes.
En las últimas semanas también perdió su vida en las alturas el esquiador Hugo Hoff, a los 21 años, tras un accidente en el Mont-Blanc. También las cifras en el Himalaya son escalofriantes: uno de cada ocho montañeros mueren tras escalar por encima de los 6.000 m. Y al igual que el alpinismo, la escalada también tiene enormes riesgos.
Además de a las caídas que pueden traer consecuencias van desde fracturas óseas, posibles parálisis, y en muchos casos la muerte, la escalada también tiene otros riesgos que no se han de pasar por alto. Los desprendimientos de rocas pueden ser muy peligrosos y será clave saber recibir los impactos de estas, en la medida de lo posible, para evitar una peligrosa caída o algún daño que no permitan seguir escalando.