Dos meses llevaba Zinedine Zidane sin afrontar un lunes con la tranquilidad de quien no juega hasta el sábado y tiene a todos sus futbolistas en casa. Dos meses en los que la plantilla del Real Madrid ha vivido, y ha sufrido, entre parones de selecciones, tramo final de Liga y eliminatorias de Champions. Una pelea que ha obligado al equipo a jugar partidos cada tres o cuatro días y que ha exprimido hasta el límite a los futbolistas del primer equipo. Ayer, por fin, había cierta tranquilidad en Valdebebas. En el horizonte, eso sí, el desenlace liguero y el futuro de Zidane y algunos pesos pesados.
Después de ganar en Bilbao el domingo por la tarde, este lunes sólo aparecieron por la ciudad deportiva madridista algunos de los lesionados. Lucas, Carvajal, Varane, Ramos y Mendy copan ahora mismo una enfermería que el cuerpo técnico espera ir vaciando. No hay certezas en sus recuperaciones, pero Varane y Ramos podrían llegar a tiempo para jugar contra el Villarreal. En el caso del capitán, que vivirá el duelo en el césped o en la grada, podría ser su última aparición en Valdebebas.